miércoles, 15 de enero de 2014




EL DOMINGO 26 DE ENERO NOS PONEMOS EN MARCHA CON LA Iª RUTA DE 2014 (RUTA DE ALFONSO XIII)








VIAJE DEL REY ALFONSO XIII A LAS HURDES
junio 1.922
El viaje del Rey Alfonso XIII por Las Hurdes entre los días 20 y 23 de junio de 1922 es, sin duda alguna, uno de los momentos más destacados de la historia reciente de la comarca. Tomando como hilo conductor este viaje se ha creado la ruta Alfonso XIII que sigue los pasos del monarca por estas tierras y permite conocer algunos de los más bellos parajes que esconden Las Hurdes.
El recorrido de esta ruta, definido a partir de las crónicas del viaje alfonsino, se inicia de sur a norte, comenzando en Casar de Palomero y terminando en Las Mestas. Los visitantes realizaron el viaje a caballo y en algunos puntos a pie, ya que los caminos que comunicaban las diferentes alquerías en aquella época eran bastante precarios y en muchos puntos peligrosos.
Numerosos viajeros, curiosos y estudiosos se habían interesado desde los inicios del siglo XX por el “mal de Las Hurdes”, por un territorio y unas gentes que se habían convertido en sinónimo de abandono, aislamiento, pobreza y enfermedad crónica. Serán sin duda los testimonios de Maurice Legendre, Miguel de Unamuno o Ángel Pulido entre otros, los que más eco tengan en su época y terminen por convertir el problema de Las Hurdes en una cuestión de Estado. También tuvo un destacado papel en este momento el movimiento “hurdanófilo”, que se refleja en la creación de la Sociedad Esperanza de Las Hurdes o la celebración del Congreso de Hurdanos y Hurdanófilos.
En 1921 desde el Ministerio de la Gobernación se planteó a Alfonso XIII la necesidad de poner en marcha un programa de ayuda para recuperar la comarca. Dentro de este programa se enmarca el viaje del doctor Marañón, que realizó una “memoria sanitaria sobre el estado de Las Hurdes”. Los resultados de la misma fueron tan desoladores que obligaron al Gobierno a tomar medidas y se consideró aconsejable que el rey en persona visitase la comarca ese mismo año.
El monarca comprendió que no podía seguir dando la espalda a unas gentes tan necesitadas de todo y emprendió ese mismo año el viaje para comprobar por sí mismo el alcance de la situación y tomar las medidas necesarias para devolver la dignidad a unas tierras olvidadas durante siglos. A lo largo de su visita se encontró con esas “hurdes trágicas” que habían retratado otros viajeros, pero también se encontró con el agradecimiento, el cariño y el recibimiento entusiasta de los hurdanos.
Las Hurdes hoy en día poco tienen que ver con aquel panorama desolador que contemplaron el rey y su comitiva en el año 1922. La comarca se ha sacudido la nefasta leyenda negra y muestra al visitante su mejor cara, con un rico patrimonio cultural, un bello entorno natural y unas gentes amables y hospitalarias, orgullosas de su historia y sus tradiciones. Retomar los pasos de Alfonso XIII por Las Hurdes ofrece una oportunidad para disfrutar en todos los sentidos de un paisaje único.




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